domingo, 30 de junio de 2013

Ya no escucho

Existió en mis días la sombra de los vicios;
La costosa y entrometida nostalgia hecha vino,
Luego vino y no me aviso que la que llego se me había ido.

Ya no quedan piernas que caminen entre tanto desperdicio;
La cosecha de los triunfos se cobra al final de este ciclo,
Yo tuve un capricho con falda y un martillo macizo 

Prudentes deberán ser las confusas lenguas que se acercan;
Los besos son carnaza para el perro que no miente,
Peligroso será escuchar, lo que tú ya no me dices…

Repite más despacio lo que quieres que entienda;
Méteme un beso en el cráneo,
Déjame el resfriado en los nudillos,
No te entiendo, habla más despacio…

Ya no escucho pero aun así te amo. 

Casi Imposible.

Debería ser tan lindo como el pasearse por las olas.
Existen veces que las caricias son como una vocal perdida;
Las ojeras acumulan las ganas de no dormir pensando en ti.


Pero es casi imposible lograrlo.