Empezar por
el principio siempre es buena opción.
Pero, ¿Como narrar algo que quizás no debería haber comenzado?; Las huellas de
los días felices se han borrado en la arena, y ahora casi ni te reconozco. ¿Quién
eres?, ¿Quiénes somos?, ¿Por qué permitimos volvernos tan atroces?.
La vida es
eso que pasa mientras haces planes, decía Lennon. Mi único plan hoy es
lamentarme por lo frágil y patético de nuestra situación. Ese punto en el que nos
acostumbramos a estar enfermos, a ser violentos, aferrarnos a creer que aun
existe eso llamado “Amor”.
Todo es una
mentira contigo. Te lo puede decir un mentiroso profesional. Aun con eso, y sé
muy bien que lo dudarás, te puedo platicar que desde hace unos meses me prometí no
engañarte, no traicionarte, no burlarme de tus sentimientos, tratar de
entenderte y respetar tu ambigüedad. Parece que al final aprendiste del mejor,
te graduaste en destrozar y tienes maestría en chingarme el corazón.
No sé por qué me molesto en escribirte, te mentiría si
te dijera que no estoy llorando. Presiento que es un último intento desesperado
de lograr sostenerme con algo de dignidad. Me has quitado todo, mi familia, mi
dinero, mi tiempo y mis pocas ganas de seguir despierto. No sé si te mereces
algo más de mi atención. El espiral al
fin está llegando al sol.
Mi mente
regresa a aquel puente, a querer rendirme, a ser solo una mancha en el asfalto
y una noticia roja, diseñada en satisfacer
la más negra morbosidad. Todo se
jodió tan rápido. ¿Por qué no me pude controlar?, ¿Por qué me tarde tanto en
darme cuenta?, Ahora sé que tus intenciones, deseos y cariño estaba con alguien
más. ¿Por qué fuiste tan cobarde y no me dijiste la verdad?. Solo te pedía eso, la verdad. Si me mato, ¿Al
final serás tú quien termino ganando?, ¿Debo hacerte saber que tú fuiste la
campeona en este juego cruel?. Sospecho que al final solo recibirás satisfacción. Y ni eso pinches te mereces.