miércoles, 22 de julio de 2015

Perderte el respeto.

Ya no se respetan los días como hoy.

Yo creo que estoy viejo para esto de berrinches de corazón; La saliva se me ha terminado de la boca como para querer compartirla contigo.

Cada vez que hablo, es más bien un eco, que hace un hueco en lo más ausente de la pared más indiferente de mi casa…

¡Por eso ya no tengo tiempo!; Mi carne se pone a cocer cuando visualizo la posibilidad de recaer en ese vals repetitivo y monotemático, ¡El amor es para vagos, mocosos, mequetrefes y malvivientes!; Los besos son para los que aun tienen piel, para los que tienen músculo aferrado al hueso… Yo tan solo soy remansos de cartílago, pus y polvo.

Mis sentimientos  se hundieron en bacardí blanco, lo más parecido al cariño, solo se lo tengo a él.

Y tu me invitas a que de nuevo, me coloque el lápiz afilado en el pecho y que corra como desquiciado entre un campo minado, ¿En serio me invitas a que vuele en mil pedazos?, ¿Otra vez?.

Creí que conocía el veneno, pero tu espina es la mas toxica que me ha tocado ver. ¡Huye!, ¡Corre!, ¡Salta!, ¡Ten miedo de  mi!, ¡Vuela!

Pero... ¿Y si vuela?, ¿Podría haber aprendido a volar con ella?