jueves, 14 de noviembre de 2013

Para tenerte a mi lado.

No existe la perfecta disculpa, 
Para que la chingada noche me perdone,
La cotidiana enfermedad  sabe lo que voy a decir,
Tanto sabes de lo que quiero vomitar; Y sabes que ya no tiene caso decirlo.


Entre tanto abismo, el pendejo que te gusta comenta: “El agujero hermoso, realmente profundo es el que tienes en  la parte media de tu pinche corazón, de tu pinche puto corazón”. 

Para tenerte a mi lado, tengo que tomar mi pertinente machete y romperte el cráneo.
Que la sangre de su cerebro tan imbécil se confunda con tu jugo de uva.
Lo matare hasta que la misma muerte me diga: ¡No mames, pinche guey enfermo!.

Mi adormecimiento es podrido, posiblemente no tengo que estar escribiendo esto, chingada madre, pinche habilidad literaria llevada al puto chingado caño. Pero te amo. 

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