El huevo del desayuno esta podrido..
Podrido como todo alrededor..
Como mi voz cortándose por el humo..
Como el cenicero endulzando mis tragedias
Y vivo aturdido..
Por el ruido de mis quejas..
De mis reclamos, de mis mentiras
Y es sorprendente despertar con tanto alboroto
Al abrir los parpados empiezo a divagar sobre nosotros
Me imagino un lugar donde ya no soy una sombra
Donde el sonido de tus pretextos no me alcance..
Donde dejes de llamarme “Pero”..
¿Donde?, ¿donde es eso?
¿Alguien sabe?
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