miércoles, 19 de diciembre de 2012

Abejeando


El color de los ojos se va prendiendo,
Las ramas de los árboles son de gas verdoso,
Las colmenas de los bosques se llenan de amor,
Todo el éxito del enjambre depende de nosotros.

Y será en diciembre cuando ella me dará su canción,
Sin importar las mil millas que tengo que vagar,
Escupiendo el polen que recogí con mis patas lentas,
Con las flores rojas no debo escatimar para hacerle recitar.

A la diosa de las cosas rotas no le gusta esperar,
No debo trastabillar si mis rimas a ella le quiero brindar,
Volando entre prados un raro fulgor atropella mis antenas,
Las abejas poetas y los camiones con dieciseis ruedas…

Se volvieron a encontrar. 

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